Desde hace décadas los sindicatos y las centrales obreras se encuentran dominados por una casta burocrática que monopoliza la toma de decisiones y los manejos de los asuntos obreros, actuando como una correa de tracción de las políticas de los gobiernos de turno y de los intereses de las patronales.
Violando descaradamente el espíritu fundamental de lo constitucional y legalmente establecido en el marco gremial, al extremo de hacer valer estatutos proscriptivos armados para asegurar la perpetuidad de gremialejos que distan de ser los defensores de los trabajadores.
La burocracia no es una clase propietaria sino una capa semidesclasada de la clase obrera que adquiere hábitos y gustos de la clase dominante, usufructuando en su beneficio la administración discrecional de los fondos sindicales, las cuotas de los afiliados, las cajas de las obras sociales y las “contribuciones” de las empresas; la más común es la licencia gremial pagada por la patronal y no con los fondos gremiales.
A este conjunto de prebendas se agrega su entrelazamiento con el aparato estatal.
La burocracia sindical es el principal obstáculo tanto para la defensa del salario y de las condiciones de laborales como para la organización de los trabajadores en sus lugares de trabajo, de manera que entender que es y cómo actúa es el punto de partida que nos ilustrará el camino a seguir para desarrollar una estrategia para combatirla.
OBSERVACIONES SOBRE LA BUROCRACIA
1.- Los empresarios constituyen la clase dominante de la sociedad capitalista, son quienes manejan la economía y gobierna a la sociedad a través del estado (formado por instituciones, leyes y fuerzas de represión). Por tanto para desarrollar con éxito la lucha contra las patronales las organizaciones obreras deben tener como primera condición una independencia total y absoluta del estado y solo debe obedecer sobre todas las cosas a una política ligada al compromiso con los trabajadores.
Por el contrario la estrategia de la burocracia sindical se basa en la sustitución de los métodos de lucha, de los métodos de acción directa por la subordinación de los trabajadores al arbitraje estatal (Ministerio de Trabajo). Tratan de concientizar a las base con frases como: no se puede luchar hay que negociar, hay que perder para ganar, etc., todas repudiables.
La burocracia no ve al estado como un instrumento de los empresarios sino como un aliado más de cuya intervención depende la dilación de los conflictos y por ende la confusión y el desaliento de los trabajadores a sus reclamos.
2.- LA BUROCRACIA SINDICAL NO ES UNA ANOMALÍA es la tendencia a la burocratización que es un fenómeno históricamente determinado por el desarrollo capitalista que es común a todos los sindicatos del mundo. Por supuesto que no es un destino inevitable, a la burocratización proponemos la revocabilidad de los mandatos, la soberanía de la asamblea general y el plenario de delegados con mandatos propuestos por las bases, o sea el control obrero sobre sus organizaciones tal y como lo estipulan los cánones de tratados internacionales, constitucionales y legales.
Aporte del compañero Hernando Cuadros Manrique
Secretario General del Sutseal - Arequipa
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