Autor: Jesús Rodríguez Soto
Julio 2008
Entrega en tres partes
Primera parte:
La energía como tal, y en el caso particular la energía eléctrica, es un derecho social de los pueblos y naciones, para cuyo efecto se debe utilizar racionalmente todas las fuentes disponibles de energía para el desarrollo económico y social, sin atentar contra el medio ambiente y la naturaleza.
Bajo esta premisa la política energética de los trabajadores se enmarca en el contexto de la lucha de clases y se define con base en el derecho de propiedad de los medios de producción, así como el rescate de la personalidad e iniciativa de los trabajadores, asumidos como productores de la riqueza, en el espacio del saber.
En tal sentido, la política energética que impulsamos los trabajadores electricistas no es gremial ni inmediatista, tampoco burocrática o administrativa, por el contrario, marcamos distancia de las propuestas colaboracionistas, acríticas y sumisas que contemporizan con el imperialismo y se limitan a pedir “buena conducta” a los grupos de poder y a las empresas transnacionales.
Los antecedentes privatizadores de las empresas eléctricas estatales están plagados de procesos sospechosos e irregulares.
El gobierno fujimorista procedió a privatizar estas empresas ya sea por unidad o en paquetes, entregándolas a postores previamente designados bajo la sombra de no se sabe qué acuerdos o componendas, por montos absolutamente subvaluados con respecto a sus activos y la proyección de desarrollo y captación de nuevos usuarios.
Sin duda alguna, los resultados de las privatizaciones han sido y siguen siendo funestos para el país, toda vez que el dinero recaudado por el remate de las empresas, fueron dilapidados y robados por la mafia encabezada por el dictador Alberto Fujimori, y en lo laboral cientos de miles de trabajadores fueron echados a la calle y a los que continuaron laborando se les arrancó los derechos conquistados durante largos años de lucha y sacrificio.
Cuando, durante el gobierno toledista, se pretendió reiniciar este proceso privatizador, las organizaciones sindicales eléctricas lideradas por la Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza del Perú, en alianza con el conjunto del movimiento popular representado por los frentes regionales, y diversas organizaciones de la sociedad, desarrollamos una dura lucha contra la política económica de dicho régimen, cuyo eje fundamental era las privatizaciones de las empresas estatales.
Las históricas jornadas de lucha desplegadas en el 2002 por los pueblos del sur (Cusco y Arequipa) y todo el centro del país, en contra de las privatizaciones permitieron detener temporalmente la ola privatizadora.
Lo que se aprecia en el nuevo mapa económico del Perú es un proceso de reconcentración y transnacionalización de la riqueza. Los grandes grupos de poder económico son los que prácticamente deciden la política económica a través del control de los puestos claves en el Poder Ejecutivo y de sus poderosos lobbys en el Congreso de la República.
Es así como las transnacionales han formado poderosas asociaciones y gremios empresariales tales como la Asociación de Empresas Privadas de Servicios Públicos y la Sociedad Nacional de Minería, Energía y Petróleo entre otros, los cuales presionan constantemente para dejar de pagar al fisco y evitar cualquier gravamen que afecte sus ganancias. El caso de Edelnor es elocuente.
Como es sabido, Pedro Pablo Kuczynski ex presidente del Directorio de Edelnor, maniobró desde el gobierno para exonerar a dicha empresa de decenas de millones de dólares adeudados al Estado.
* Secretario de Prensa, Propaganda y Difusión FTLyFP
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